A este panorama se le suma la falta de compromiso para el beneficio común y trabajo conjunto de buena parte de los integrantes de la industria. Ya sea en el ámbito local o regional, existe una gran dificultad para atender cuestiones importantes, tales como enfrentar con ingenio el cambio generacional de los jugadores, el contexto tecnológico y la pandemia, que profundizó aún más la crisis que vive hace años el sector. Pero ni siquiera este escenario complejo parece hacerlos reaccionar con la rapidez y el compromiso necesarios para llevar adelante la industria floreciente que todos están esperando.
Esta actitud, tanto de los reguladores, de las asociaciones, gremios, como de los principales empresarios del sector, ha conseguido que en los pocos países que legalizaron el juego online, las leyes aprobadas beneficien a un puñado de empresas y no a la Industria en general, ni a la construcción de un fututo para todos.
Sumado a la desidia de las instituciones, uno de los principales problemas es el sostenido capricho de no querer escuchar a nadie, ni siquiera a la gente que tiene el conocimiento necesario para aportar soluciones concretas. Incluso, es evidente que algunos reguladores en complicidad con importantes empresarios están abocados a poner palos en la rueda y no permitir que la industria funcione de manera orgánica, trasparente y ordenada ya que no podrán quedarse con la mayor parte del negocios.
Por otro lado, hay funcionarios y empresarios dentro de las entidades reguladoras, instituciones y gremios que han querido empaparse de conocimiento para llevar a cabo una regulación acorde con los tiempos que corren. Pero el contexto político, las oposiciones partidarias e intereses institucionales y empresariales, han hecho todo lo posible para que ese aporte destinado a construir una industria saludable sea desestimado y tirado abajo.
En definitiva, han puesto en marcha regulaciones que no aportan a que el clima de negocios pueda crecer y desarrollarse; dicho de otra manera, una regulación para beneficio de unos pocos sin futuro para una industria importante y prospera, que es el deseo de la mayoría de quienes la integran.
La industria del juego online en Latinoamérica está en estos momentos en una posición inmejorable para poder ser armada de la manera floreciente. Estamos transitando un momento de incertidumbre, fruto de la crisis del sector y el cambio de paradigma, pero ello nos ubica frente a la mayor oportunidad para crear la gran industria que nuestra región se merece; sólo y hay que tomar una decisión.
Para estar a la altura de las circunstancias y generar una industria que beneficie a todos los actores, se va a necesitar un gran cambio en la actitud, no sólo de la clase política responsable de regular, sino además, de los empresarios e instituciones del sector. Este cambio lo puede llevar a cabo la mirada y seguimiento de la mayoría que integran la industria hacia los que tienen el poder de tomar las decisiones en las instituciones y sobre los empresarios con lobby político e intereses propios, para desarrollar una importante industria local y regional que beneficie a todos.
LMG+ 01/04/2021